Mucho del tiempo del embarazo se emplea en prepararse para lo que viene: tener a tu bebé en tus manos y nutrir su crecimiento y su desarrollo. Un compañero muy importante de dicho sustento es el médico de tu bebé.

De hecho, casi siempre tu pediatra se encuentra ahí desde el inicio, examinando a tu bebé en el hospital incluso antes del parto. Así que tiene sentido comenzar a contactar con el médico adecuado para ti y tu recién nacido. El tiempo recomendado de anticipación para esto es de al menos tres meses antes de la fecha de parto.