Oncología Pediátrica
El Cáncer Infantil
En realidad son tipos diferentes de cáncer (leucemias, tumores, linfomas, etc.) que pueden afectar a niñas, niños y adolescentes, es la enfermedad que sigue cobrando las vidas de los menores de 15 años. Cada año en el mundo alrededor de 175,000 niñas y niños de todas las posiciones sociales y etnias recibirán un diagnóstico de cáncer infantil, y dependerá mucho del país de origen y de la detección a tiempo el que un menor pueda vencer a esta enfermedad potencialmente mortal.
En México existen entre 5 y 6 mil los casos nuevos de Cáncer Infantil anualmente, más de la mitad (un 52%) serán leucemias y la sobrevida estimada es del 56% del diagnóstico.
Signos y síntomas de leucemia en niños
- Inflamación del abdomen: las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el bazo y causar que estos órganos aumenten de tamaño. Esto podría notarse como llenura o inflamación del abdomen. Generalmente las costillas inferiores cubren estos órganos, pero cuando están agrandados a menudo el médico los puede palpar.
- Pérdida de apetito y de peso: si el bazo y/o el hígado se agrandan demasiado, pueden presionar otros órganos, como el estómago. Esto puede ocasionar que el niño se sienta lleno después de comer solo una pequeña cantidad de alimentos, produciendo pérdida de apetito y pérdida de peso con el tiempo.
- Ganglios linfáticos inflamados: algunas leucemias se propagan a los ganglios linfáticos. Se pueden observar o sentir ganglios agrandados como masas debajo de la piel en ciertas áreas del cuerpo (tal como a los lados del cuello, en las áreas de las axilas, sobre la clavícula o en la ingle). También puede ocurrir inflamación de los ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del pecho o del abdomen, pero ésta sólo puede observarse mediante estudios por imágenes, como CT o MRI.
- En los infantes y los niños, los ganglios linfáticos a menudo se agrandan cuando combaten una infección. Un ganglio linfático agrandado en un niño con mucha más frecuencia es un signo de infección que de leucemia, pero un médico lo debe revisar y hacerle un seguimiento minucioso.
- Tos o dificultad para respirar: algunos tipos de leucemia pueden afectar a las estructuras en el centro del pecho, tales como los ganglios linfáticos o el timo (un órgano pequeño ubicado frente a la tráquea, el conducto de respiración que conduce a los pulmones). El agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos en el pecho puede presionar la tráquea, causando tos o dificultad para respirar. En algunos casos en que el recuento de glóbulos blancos es muy alto, las células de la leucemia pueden acumularse en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, lo que también puede causar dificultad para respirar.
- Hinchazón en la cara y los brazos: la vena cava superior (superior vena cava, SVC), una vena grande que transporta sangre desde la cabeza y los brazos de regreso al corazón, pasa cerca del timo. Un timo agrandado puede presionar la SVC causando que la sangre «retroceda» en las venas. A esto se le llama síndrome de la SVC, y puede causar inflamación en el rostro, cuello, brazos y la parte superior del tórax (algunas veces con una coloración roja azulada de la piel). También puede causar dolores de cabeza, mareos y, si afecta el cerebro, un cambio en el conocimiento. Este síndrome puede ser potencialmente mortal y requiere tratamiento inmediato.
- Dolores de cabeza, convulsiones y vómito: unos pocos niños tienen leucemia que ya se ha propagado al cerebro y la médula espinal cuando reciben el diagnóstico. Esto puede dar lugar a síntomas tales como dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, debilidad, convulsiones, vómitos, problemas de equilibrio y visión borrosa.
- Erupciones en la piel, problemas en las encías: en los niños con leucemia mieloide aguda (AML), las células leucémicas se pueden propagar a las encías, causando inflamación, dolor y sangrado. Si se propagan a la piel, puede dar origen a pequeños puntos de color oscuro que pueden parecer una erupción común. Una acumulación de las células de la AML debajo de la piel o en otras partes del cuerpo se llama cloroma o sarcoma granulocítico.
- Cansancio extremo y debilidad: una consecuencia poco común, pero muy grave de la AML es el cansancio extremo, la debilidad y dificultad en el habla. Esto puede ocurrir cuando un gran número de células leucémicas causa que la sangre se vuelva demasiado espesa y se haga más lenta la circulación a través de los pequeños vasos sanguíneos del cerebro.
Citas 999 127 4343
Calle 33 diagonal × 36 #305 Col. San Luis Chuburná. CP 97205
Tel.Citas 999 278 9423
Urgencias. 9991078789